En el punto de encuentro estuvimos unas 50 personas de diferentes edades.
La salida fue alrededor de las 09:45, lo típico de los últimos ajustes de montar las bicicletas, el que suele llegar con el tiempo más apurado... Después de dos indicaciones en el punto de encuentro, comenzamos a pedalear que es a lo que habíamos quedado.
La ruta que tenemos por delante es preciosa, pero dura y técnica, lo cuál crea más aliciente.
A partir de aquí relato lo que yo vi, la cola de la salida.
Lo primero que nos encontramos en la ruta es la subida al Valle San Quirce, no es una subida dura pero si basta para ir cogiendo temperatura. El terreno estaba muy seco, en todo el verano no ha llovido nada, la tierra esta suelta y eso dificulta un poco el agarre de la goma a la madre tierra.
La ruta continua con una prolongada subida hasta el Alto de Torales a unos 1.500 metros de altitud. Antes de coronar este alto ya me encuentro con incidencias mecánicas, a P. que se le afloja la viela, a otro chico que la cadena le roza y la acababa de cambiar... lo típico, aunque pinchazos no vi. Recordemos que en la ruta de febrero casi no ganamos para parches.
Coronado el Alto de Torales, comenzamos el descenso, después de ver unas maravillosas vistas de las montañas de León, precioso.
En el descenso nos encontramos con el aviso de un cartel "BAJADA PELIGROSA". Al principio dude del cartel, porque en ocasiones me han llevado por lugares más hostiles, pero todo cambio cuando tomo una curva a la izquierda y se observa: un terreno escabroso, lleno de roderas donde puedo meter la mía y no salir, una inclinación muy atractiva (es decir a clavar frenos que uno no tiene mucha maña en esto). Con paciencia, con un poco de desgaste de pastillas de freno y disfrutando como un enano llegamos al camino dentro del bosque antes de llegar a Morgovejo, ¡QUE BONITO! con las hojas de los árboles caídas, con esos tonos verdes, rojos y marrones que anuncian que estamos en otoño.
Pues llegado este punto tenemos un par de kilómetros por asfalto para llanear un poco, llegando a Villacorta, el bocadillo ya pesa, así que con unos colegas nos dedicamos a afilar el diente e hidratarnos un poco, que la subida es inminente.
La subida no se hace esperar, quedan 500 metros de desnivel, que poco a poco se fueron subiendo, disfrutando de las vistas.
Y hasta aquí puedo contar, porque soy una de las personas que no acabó la ruta por falta de horario entre otras cosas...
Si alguien se anima que cuente como lo vivió.
Dar las gracias a todos los que colaboraron, porque sin colaboración no se pueden hacer bien las rutas y hasta pronto.
Gracias Rollón por el vídeo.
ruta dia 8 de octubre de 2011 from Alberto on Vimeo.
Gracias Raul F. por las fotos.
Gracias Pacho por animarnos.
